La Ruta discurre en dirección hacia la ermita de este nombre, al oeste de Serradilla. En buena parte del recorrido vemos los bosques y dehesas de encinas y alcornoques.
La dehesa boyal forma parte de un concepto de vida que propugna dar tiempo al tiempo y colaborar con la naturaleza en lugar de abusar de ella.
Las dehesas surgen en la Edad Media y etimológicamente parece proceder del término defessa o defensa. Son sistemas únicos del suroeste de la Península Ibérica, que tienen como objetivo explotación agrícola, la ganadera y forestal en régimen extensivo y ligado a la tierra.
En Extremadura abundan las dehesas de encina (Quercus llex subsp. ballota). Sin embargo, también ha interesado económicamente adehesar alcornoques ( Quercus suber). El corcho es el recurso forestal que más rendimiento económico produce en Extremadura.
El corcho se extrae cada 9 años. La primera vez que se extrae la corcha se denomina bornizo o bornlu, que no se aprovecha para hacer tapones pero si para aislantes. La segunda saca se llama corcho secundero, de baja calidad, que se usa para granulados. La tercera saca, transcurridos 9 años más, es la que se emplea para fabricar tapones de buena calidad.
Recursos cinegéticos, Lena y madera, setas, miel son también explotados en la dehesa, a los que hay que sumar el recurso turístico y recreativo.